Desde su adolescencia Luis del Olmo ya tenía vocación para la radio. Cuando sólo tenía 14 años comenzó su andadura radiofónica en Radio Juventud de Ponferrada, León, ciudad que le había visto nacer un 31 de enero de 1937.
Su voz potente y de fuerte personalidad empezó a gestarse cuando realizó un curso de radio para prepararse mejor, aunque en ese momento estudiaba en la facultad de Minas. En el año 1962 ganó unas oposiciones en Radio Nacional y Radio Juventud en Madrid, donde trabajó seis años más. En 1973 comenzó a dirigir y presentar "Protagonistas", el programa más famoso de la radio en España, posteriormente llamado "De costa a costa" en RNE. Permaneció en la cadena pública hasta 1982, y un año después empezó a trabajar en la COPE en el programa "Protagonistas" y "Cita a las cinco" en Radiocadena Española hasta 1986. En 1987 funda Radio Popular de Barcelona y continuó dirigiendo y presentando "Protagonistas" en la COPE.
En el año 1991, fichó por la cadena de radio Onda Cero, por cinco años, donde siguió con "Protagonistas" hasta la actualidad. Al no haber podido acceder a ninguna de las concesiones radiofónicas que realizó el Gobierno español, le fue entregada por la Generalitat la emisora Onda Rambla en 1991. Con esta trayectoria Luis del Olmo se ha abierto un gran hueco en la historia de la radio en España. Su "Protagonistas" es uno de los programas más antiguos de la radiodifusión, a pesar de que ha pasado por varias emisoras y de diferentes ideologías. Pero como sólo unos pocos podían hacer, José María García, Carlos Pumares y algunos más, Luis del Olmo llevaba consigo siempre su programa; ellos no tenían que adaptarse a la cadena y a un programa en concreto, sino que era ésta la que se adaptaba a las exigencias de la estrella.
Luis del Olmo ha sabido granjearse una fama positiva allá donde iba, y en la actualidad tiene muchos más admiradores que detractores en la radio. Su trabajo, su esfuerzo desde pequeño y su rigor delante de un micrófono han sido avales suficientes para ganarse el respeto de incluso la propia competencia. Lamentablemente la radio española tiene varios ejemplos de rivalidades entre estrellas de diferentes cadenas que emiten su programa a la misma hora, uno de las más importantes de los últimos años se daba entre José Ramón de la Morena y José María García; pero del Olmo nunca ha querido entrar en ese juego y mantiene una magnífica relación con otro de los "grandes" de la radio, Iñaki Gabilondo, que incluso en uno de los aniversarios de "Protagonistas" compartió micrófono durante una hora con su amigo de la competencia. Fue un hito en la historia escuchar lo mismo exactamente en Onda Cero y en la cadena SER.
Hace unos años "Protagonistas" era líder de audiencia, ahora superado por el "Hoy por hoy" de Iñaki Gabilondo, programa más escuchado de toda la radio actualmente, pero la figura de Luis del Olmo no se ha ido apagando, sigue teniendo un grupo de oyentes, fiel, que le han acompañado en cada una de sus andaduras por RNE, la COPE y Onda Cero. El espacio sigue teniendo la vitalidad del principio y, si cabe, una mayor madurez en todos los sentidos. Desde siempre ha apostado por la información objetiva, plural, completa, y cercana al ciudadano, especialmente en las primeras dos horas del programa. Después hay tiempo más que suficiente para analizar esta realidad de forma pausada, reflexiva, por parte de uno de los equipos más numeroso de periodistas, tertulianos y colaboradores. Las últimas dos horas y media del programa reúnen las dosis necesarias de humor y entretenimiento para romper un poco con la seriedad de la actualidad.
En estos más de treinta años de historia "Protagonistas" no ha sido un programa que haya vivido desde la comodidad del estudio los grandes acontecimientos del momento. Luis del Olmo y su equipo han realizado su espacio en lugares como el Moscú de la "perestroika" de Gorbachov, desde Pekín, Nueva York, el Río de su mítico carnaval o la Vancouver de la Exposición Universal de 1988; y también desde Roma, donde el equipo del programa fue recibido en audiencia por el Papa Juan Pablo II. Por supuesto, además de viajar por medio mundo se ha hecho el programa en muchas ciudades españolas de cara al público, e incluso en las minas más profundas de la cuenca leonesa; o en las cuevas más visitadas de la geografía española, como Nerja.
En cuanto a los "Protagonistas" que han pasado por esos micrófonos cabe destacar la variedad de todos ellos, desde políticos, artistas, deportistas… Uno de los momentos más simbólicos fue el día en que reunió a los cuatro presidentes de la democracia (Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González y José María Aznar). El hecho de decir las cosas como las piensa ha tenido graves repercusiones en la vida de Luis del Olmo, la más importante el día que la banda terrorista ETA quiso asesinarle en un atentado con coche bomba, no lo consiguieron pero sí acabaron con la vida de un policía que simplemente estaba en ese lugar.
Ha sido premiado con cinco ONDAS y con la Antena de Oro de 1988 y de 1999, el Abc de Oro, el Micrófono de Oro, el Premio Nacional de Radio, el del Club de Directores, el Premio de la Asociación de Deportistas contra la Droga (1998), a cuya causa está plenamente entregado y fue uno de los que fomentó la iniciativa de organizar un partido contra la droga todos los años. Sus premios no acaban aquí pero la lista sería interminable. Quizás conviene resaltar dos galardones internacionales, la Medalla de Oro Ghandi que recibió en París en 1998, concedida por la Unesco en reconocimiento a su trabajo a favor de la paz, la tolerancia y la solidaridad, y un año después recibió el Premio Internacional de Periodismo Rey de España, por una espacio sobre las relaciones entre España y Portugal.
Luis del Olmo, un mito de la radio, casado con Mercedes González y con tres hijos, es un ejemplo a seguir por los próximos periodistas y lo ha sido siempre para los que ya ejercen la profesión. Es uno de los referentes de la historia de la radio y de la transición española, con todas las complicaciones y presiones que existían en ese momento. Con todo, siempre supo sacar adelante su programa, sin ningún escándalo y con la verdad por delante, aunque eso le pudiera acarrear algún que otro disgusto.
Siempre ha tenido un gran respeto por la profesión que ejerce y por sus compañeros, tanto los de su propia cadena como los de otras, y siempre ha defendido la armonía, el respeto y la educación con la competencia. Esa voz potente, inconfundible en las ondas, es la de un hombre que ama su profesión desde pequeño y que siempre ha luchado y luchará por mantener su forma de entender el periodismo y la radio.