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Aunque Villafranca nace un siglo después de Ponferrada –un documento cita la Iglesia de Santa María de Vico Francorum en 1120–, llegó a ser capital del Bierzo un siglo antes. Caprichos de la historia, como capricho es que en esta villa de poetas, donde Cunqueiro escuchaba los ruiseñores, pueda ganarse el jubileo. La Puerta del Perdón de la Iglesia de Santiago redimía a los peregrinos jacobeos más lastimosos, ahorrándoles las cuestas de Piedrafita y los sustos de los temidos bandoleros de los montes de Galicia, que aún en el siglo XIX ponían espanto a don Jorgito el Ingles. También será capricho del destino que aquí hayan nacido y escrito Enrique Gil y Carrasco, fray Martín Sarmiento, Gilberto Núñez Ursinos, Ramón Carnicer, Antonio Pereira, Consuelo Álvarez de Toledo y Juan Carlos Mestre.
